La inteligencia es una de las capacidades personales que más nos preocupa desarrollar en nosotros mismos, ya que nos permite superar los retos académicos o laborales con mayor facilidad.
Se han desarrollado distintas formas de medir y comparar la capacidad de los cerebros humanos, siendo los test estandarizados de coeficiente intelectual los métodos más populares para determinar el grado de inteligencia de una población o individuo.
Guía del Artículo
¿Qué es la inteligencia?
El Diccionario de la Lengua Española nos ofrece una primera definición inteligencia como la capacidad de entender y comprender; la capacidad de resolver problemas o como una combinación de habilidad, destreza y experiencia. Por ello, podemos apuntar que la inteligencia es una capacidad personal que nos ayuda a resolver cuestiones que requieren ser entendidas y comprendidas –a veces, gracias a nuestro bagaje en la materia– para poder ser resueltas.
La corriente actual de pensamiento sostiene que no existe una única inteligencia sino que los humanos disponemos de 8 áreas diferentes de inteligencia. La ‘Hipótesis de las Inteligencias Múltiples’ de Howard Gardner distingue entre la lingüístico-verbal, la lógico-matemática, la espacial o visual, la musical, la corporal-cinestésica, la intrapersonal, la intrapersonal y la naturalista. Por ello, el índice de inteligencia de una persona depende de la combinación de todas estas áreas.
Asimismo, otras voces defienden que la inteligencia no es más que una construcción social de los conocimientos y habilidades personales que valoramos o creemos necesarios para nuestra vida. Por ello, sociedades como la occidental tienden a poner el acento en la inteligencia relacionada con el cálculo y la lengua; cuando en sociedades de tribus amazónicas un individuo resaltaría si poseyera inteligencia especial, corporal y naturalista.
¿Qué es el coeficiente intelectual?
El coeficiente o cociente intelectual (CI) es la puntuación obtenida en uno de los test estandarizados para medir la inteligencia de una persona. Uno de los errores más comunes es asociar el resultado obtenido en pruebas de análisis como un valor absoluto sobre la inteligencia de una persona, pues estos test son herramientas para estimar la inteligencia general a través de un número y así poderlos comparar en una escala de valores.
Históricamente, el coeficiente intelectual se calcula haciendo una división entre la edad mental y la edad física de un individuo, multiplicando el cociente por 100 para obtener una puntuación. Con esta fórmula se obtiene un indicador de la inteligencia general de 0 y los 200 puntos. Lo ideal es tener una edad mental superior a la real, ya que sólo de esta forma se obtienen resultados por encima de la media. Según estos cálculos, un adulto y un niño de 10 años pueden tener el mismo coeficiente intelectual aunque sus conocimientos o formación no sea la misma.
Sin embargo, ¿cómo determinamos la edad mental de una persona? Los test estandarizados son la solución a esta cuestión. A través de una serie de pruebas diseñadas por científicos expertos en el desarrollo cognitivo de las personas, se obtienen unas puntuaciones que después son trasladadas a una escala de edades mentales. Además, es imposible responder sobre cuál es el coeficiente intelectual medio de la humanidad, pues las pruebas para medir el CI son modificadas en función del país y del momento histórico.
Tabla cociente intelectual
Las puntuaciones de coeficiente intelectual se utilizan en entornos académicos para analizar el rendimiento escolar y valorar la necesidad de una educación especial o para predecir el rendimiento laboral de los adultos. Los expertos en la materia distinguen entre diferentes niveles de inteligencia en función de los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas de Coeficiente Intelectual, que agrupamos de la siguiente forma:
- Capacidad Cognitiva nula (CI 0-4): la persona no sabe leer, hablar, escribir o comunicarse con otros seres humanos.
- Discapacidad cognitiva (CI 5-69): Los expertos distinguen entre discapacidad profunda, grave, moderada y leve. Las personas tienen afectaciones más o menos graves en el lenguaje, cálculo mental, realización del cuidado personal o capacidades laborales.
- Retraso mental (CI 10-84): De cada nueve individuos, uno de ellos se encuentra en este tramo, que está asociado al fracaso escolar.
- Por debajo de la media (CI 85-99): El 12% de las personas se encuentra por debajo de la media, pero no hay signos académicos negativos asociados a este tramo.
- Media de coeficiente intelectual 100: El 3% de la población humana tiene un equilibrio entre la edad mental y la edad biológica; no suelen presentar problemas psicológicos.
- Por encima de la media (CI 101-114):: Dos de cada siete personas están por encima de la media, aunque no se les aprecian capacidades superiores a la media.
- Inteligencia brillante (CI 115-129): Una de cada nueve personas se encuentra en este tramo, siendo especialmente habitual entre profesionales altamente cualificados como ingenieros, abogados y médicos quienes suelen tener coeficiente intelectual de 120.
- Superdotación intelectual (CI 130-139): Tan sólo el 2% de las personas tienen altas capacidades cognitivas y suelen ser personas brillantes en sus campos de trabajo o estudio.
- Genialidad intelectual (CI 140-154): Representan el 0,1% de la población, quienes suelen presentar una forma radical de pensamiento y problemas psicológicos derivados. A este grupo pertenecen los grandes genios o profesionales de alto rango.
- Inteligencias excepcionales (CI 155-mayor de 201): Hay personas con CI muy superiores a la media, quienes pueden padecer problemas para integrarse en la sociedad o tener un bajo rendimiento académico y laboral o ser excepcionalmente buenos en estas áreas (Personas con el Coeficiente Intelectual más alto de la historia).
¿Cómo aumentar la inteligencia?
Una de las principales dudas una vez hemos obtenido el resultado es la de cómo aumentar el coeficiente intelectual, especialmente si aún no se ha llegado a la adultez. Aunque no son muchos, existen estudios que avalan la idea que podemos aumentar la inteligencia en cualquier etapa de nuestra vida si estamos dispuestos a entrenar. Los ejercicios para aumentar el cociente intelectual son el método para conseguir incrementar el CI en cualquier individuo.
Según Gardner, existen 8 tipos distintos de inteligencia que podemos practicar. Hacer ejercicios de memoria de trabajo, desarrollar la creatividad aprendiendo a tocar un instrumento, aprender un nuevo idioma o jugar a videojuegos pueden ser excelentes ejercicios para incrementar nuestra inteligencia. Eso sí, es posible que estos beneficios no queden del todo reflejados en los test estandarizados de CI, pues son una visión general y no concreta de todas nuestras inteligencias.