La profesión de apicultor es tan antigua como necesaria. Y es que la miel es un producto muy básico que solamente puede extraerse de los paneles de las abejas; lo cual es muy complicado y muy arriesgado.
Se trata de una profesión milenaria cuyas técnicas se han ido modernizando con el paso de los años y que muy pocas personas han sabido preservar y transmitir de generación en generación.
De todas formas, esta profesión no solo sigue existiendo; sino que siguen formándose a diario miles de apicultores para poder dar continuidad a esta labor.
Mientras sigan existiendo las abejas, seguirá siendo necesaria la labor de los apicultores y por lo tanto, seguirá siendo un acierto estudiar apicultura y dedicarse profesionalmente a ella.
Guía del Artículo
Qué es un apicultor
Un apicultor es la persona que se encarga de criar abejas para poder extraer materias primas de los enjambres.
Los productos más comunes de los que se benefician los apicultores son la miel, la cera y la jalea real; los cuales sirven para poder ser consumidos directamente o para fabricar otro tipo de bienes que se venden y se compran con posterioridad.
Al tratarse la apicultura de una labor relativamente peligrosa por los daños que pueden producir las picaduras de las abejas, los apicultores deben vestir trajes especiales compuestos por buzos (generalmente blancos) y caretas.
Funciones de un apicultor
Las funciones de un apicultor se reducen a las siguientes:
- Observan y escuchan a las abejas y las atienden según sus necesidades. Al ser los apicultores expertos en la materia, conocen perfectamente cuales son las señales de que las abejas están enfermas o necesitan de algún tipo de ayuda.
- Realizan investigaciones sobre las abejas para después divulgarlas y que la sociedad sepa más sobre estos animales y su conducta.
- Cuidan de las abejas y las alimentan. Puede decirse que hacen las funciones de pastores de abejas y las sacan y las meten de sus enjambres de manera ordenada y cuidadosa. Los apicultores llevan a las abejas a los mejores campos de flores para que puedan alimentarse del mejor polen y después las devuelven a los enjambres en los que habitan.
- También se encargan de extraer la miel, la cera y la jalea real de los enjambres. Para ello no basta con extraer las materias primas, sino que hay que conocer el momento exacto en el que hacerlo y las precauciones que hay que tomar para no lastimarse en el proceso.
Perfil de un apicultor
Para ser apicultor hace falta contar con algunos requisitos, los cuales son los siguientes:
- Ser una persona muy cauta y prudente. Las personas muy bruscas no suelen obtener buenos resultados en el área de la apicultura. Las abejas notan la brusquedad y no reaccionan a ella de manera favorable y por lo tanto, es conveniente que los apicultores sean cuidadosos en el trato con las abejas.
- Tener interés, motivación y cariño por las abejas. La apicultura es una profesión muy sacrificada que depende de cuestiones climatológicas y naturales y por lo tanto, el apicultor debe estar siempre a disposición de la colmena.
- Tener una formación básica en apicultura. Hay numerosos cursos y estudios que los apicultores deben cursar para saber cómo tratar a las abejas y recibir unas nociones básicas para llevar a cabo sus funciones sin poner en riesgo su integridad o la de las abejas.
Salario de un apicultor
El salario medio anual de un apicultor es de 28000 euros. Por lo tanto, el salario mensual de estos profesionales asciende a unos 2300 euros.
Se trata de un empleo muy bien pagado porque es una profesión a la que poca gente se dedica y para la que poca gente tiene habilidades y conocimientos. Además, las labores de apicultor no entienden de horarios y requieren de muchas atenciones fuera de horarios de trabajo.
Primeros pasos para ser apicultor
Si te preocupa el tema económico debes saber que si haces bien las cosas podrás vivir muy bien con la apicultura.
Si quieres iniciarte se aconseja empezar con pocas colmenas y algunos conocimientos básicos, se recomienda entre 2 y 4 colmenas, no empezar con una, para siempre tener algún apoyo en caso de que una se debilite. Y si tienes la posibilidad de contar con algún apicultor con experiencia eso sería un punto a tu favor.
La apicultura es un sector que aunque pueda parecer lo contrario también avanza, sus técnicas van evolucionando, las técnicas de manejo, leyes matemáticas, cría de reinas y mucho más. Tener una mente abierta en este aspecto es fundamental.
Otro factor a tener en cuenta es que lo que funciona en un determinado clima puede no funcionar en otro.
¿Qué se considera como una explotación apícola?
Al conjunto de todas la colmenas de uno o varios colmenares y con un mismo titular, dependiendo del número de colmenas encontramos profesionales (con más de 150 colmenas), no profesional (entre 16 y 149 colmenas) y autoconsumo (con menos de 15 colmenas).
Es decir si tienes 4 colmenas se considera también como explotación de autoconsumo.
Algunas cosas a tener en cuenta:
- Cada colmena debe estar marcada
- Debes señalizar la presencia de la explotación a no ser que la finca esté cerrada.
- Cada comunidad autónoma tiene sus normas.
Qué estudiar para ser apicultor
La formación que hay que recibir para ser apicultor no es en absoluto concreta. Se puede estudiar apicultura de forma autónoma pero algunos de los estudios que pueden cursarse en la materia son cursos genéricos para conocer las técnicas de la apicultura.
Ejemplo de los tipos de cursos que pueden estudiarse para dedicarse a la apicultura de manera profesional son el Curso de Apicultura Ecológica o el Curso de Apicultura Aplicada. Ahora mismo está disponible el curso presencial de apicultura en Tenerife, encuentra información sobre más cursos en la siguiente web.